Mi trayectoria inició desde los 5 años en las albercas de Veracruz y ha sido un viaje de superación constante hasta llegar a ser un símbolo de inspiración en la natación paralímpica. Mi discapacidad es mental, por eso compito en paralímpicos, pero eso no me ha detenido para ser una mujer y atleta exitosa.
Con una colección de medallas de oro y récords mundiales, me he destacado por mi elegancia y fuerza inigualables en la piscina, además de mi pelo pintado de colores; es la razón por la cual me llaman cariñosamente “El Unicornio”.
Actualmente me encuentro luchando por participar en los Juegos Paralímpicos Paris 2024, y para lograr eso necesitaré toda la ayuda posible.